Rvdo. Juan Ángel Gutiérrez Rodríguez
lunes, 26 de agosto de 2024
«y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra». Hechos 1.8b (RVR 1960)
El mandato es claro: «hasta lo último de la tierra». Pero ¿qué quiere decir esto para la Iglesia y su misión en el Siglo 21?
Ya tenemos la capacidad de llegar a lo último de la tierra de diversas formas. Los aviones por aire, los autos y los trenes por tierra y los barcos por el mar. Ya podemos llegar a lo último de la tierra por medio de las redes sociales y la Internet. El Facebook, Instagram, TikTok, WhatsApp, YouTube, correos electrónicos y cientos de miles de aplicaciones nos permiten comunicarnos con otras personas en cualquier rincón del mundo. También podemos saber en segundos lo que está sucediendo en cualquier lugar del mundo gracias a la tecnología. Existen aplicaciones que nos permiten traducir conversaciones o documentos al instante a nuestro idioma o a cualquier otro que necesitemos o deseemos. Ya tenemos los medios y las formas de poder cumplir este mandato, hacer misión.
El desafío de hacer misión en este tiempo es estar claros de que si lo que estamos comunicando ---tanto de palabra como de hechos- es pertinente para las personas de distintas culturas, idiomas, lugares e historias diferente a la nuestra. Es entender que nuestra responsabilidad es compartir las Buenas Nuevas del Reino de Dios.
Esas buenas nuevas pueden tener entendimientos distintos y formas variadas de expresarse según el idioma que hablamos, la cultura que profesamos o el lugar donde vivimos. Hacemos misión no para imponer nuestro entendimiento de la fe o las Escrituras. Hacemos misión para que toda la tierra puede experimentar, desde donde se encuentre la gracia de Dios, el amor de Jesús y el poder del Espíritu Santo. Cada día es necesario y urgente contextualizar ese mensaje y la forma de compartirlo.
La misión no es una aventura… Una aventura de dar y recibir porque en la experiencia de dar nuestro testimonio también recibiremos experiencias que nutrirán y enriquecerán nuestra vida. Tampoco es un viaje de dos semanas. Ni aún es un proyecto de misión de corto o largo plazo a lugares distantes, remotos o exóticos. La misión es un estilo de vida (lo que decimos y lo que hacemos) y un compromiso por hacer real esa Buena Nueva del Reino de Dios no importa dónde y con quién nos encontremos.
Somos…hasta lo último de la tierra.
El Rvdo. Juan Ángel Gutiérrez es egresado del Northen Theological Seminary de Illinois. Sirvió como misionero de Ministerios Internacionales por alrededor de 15 años. Es ministro ordenado de nuestra denominación. Su úlitmo pastorado fue en la North Shore Baptist Church de Chicago.
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