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Foto del escritorIglesias Bautistas de Puerto Rico

El rol profético de la Iglesia en nuestra sociedad

Por: Rvdo. Dr. Luis G. Collazo

lunes, 28 de octubre de 2024


«No crean que he venido a traer paz al Mundo. ¡No he venido a traer paz, sino guerra (espada)!» Mateo 10:34 (NVI)

 

 

El profeta es fundamentalmente el agente del Dios de la historia que concretiza su misión a partir de la denuncia de una instancia histórica y el anuncio de un mundo mejor. Su función, por tanto, es acercarse a la sociedad con actitud profética incisiva y permanentemente crítica. No hay espacio teológico ni ideológico para subordinar su mensaje a intereses mezquinos y oportunistas. Precisamente por ello se clasifican algunos como profetas falsos, entiéndase, corruptos.

 

Es a partir de esa perspectiva que la Iglesia hoy se ve confrontada con aquella afirmación que estipula: «No es legítimo servir a dos señores». Mateo 6:24. Desde esta perspectiva podemos afirmar que el rol profético de la Iglesia es eminentemente uno que desafía y denuncia los diseños culturales de las clases dominantes y conservadoras. Su misión es denunciar todo proceso histórico que pretenda perpetuar el discrimen, la opresión económica, la insensibilidad del mercado, la manipulación de los medios de comunicación y el culto a la prosperidad bajo el manto de lo religioso. 



La Iglesia no es un agente profético cuando sacraliza su reputación institucional a expensas de sacrificar su esencialidad como voz crítica ante el altar de la prepotencia de sectores oportunistas y disfuncionales. Ser agente de un paradigma profético no admite silencios que constituyen complicidad con agendas de injusticia, opresión y deshumanización. Su agenda, como agente profético, tiene que estar vinculada con la solidaridad, la empatía, la justicia social y económica, la defensa de los derechos humanos, el cuidado del planeta, la multiculturalidad, la comunidad interracial, el comercio justo y la incorporación del pueblo a su autodeterminación. Es inadmisible para la Iglesia la enajenación de la realidad histórica y la glorificación de la superioridad particular de una nación. Tal hecho sería sucumbir a una situación de pecado.


El desafío a la Iglesia en todo contexto social implica enfocarse en la esperanza como agente de resistencia y transformación.


¡En este tiempo que nos ha tocado asumamos como Iglesia el compromiso de ejercer el ministerio profético que ilumine el camino hacia un mundo nuevo y mejor!


El Rvdo. Dr. Luis G. Collazo es ministro ordenado de nuestra denominación. Posee una

maestría en divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico y un doctorado en teología del Graduate Theological Foundation.

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