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Foto del escritorIglesias Bautistas de Puerto Rico

El rol de la Iglesia para reformar

Por: Rvda. Dra. Carmen J. Pagán Cabrera

lunes, 21 de octubre de 2024


«¿Quién puede hacerles mal, si ustedes siempre insisten en hacer el bien? ¡Nadie! Pero si hacen el bien, y aún así tienen que sufrir, Dios los bendecirá. No le tengan miedo a nadie, ni se asusten». I Pedro 3.13-14

 

Hubo una frase que fue acogida en la historia de la Reforma Protestante como una que expresó el verdadero espíritu de ésta. Las personas que hemos leído un poco de la historia de la Reforma hemos escuchado la expresión en latín: «Ecclesia reformata, semper reformanda est secundum verbum Dei» (K. Barth). Esto lo podemos traducir como; La Iglesia reformada siempre se está reformando de acuerdo a la Palabra de Dios. Es que la Iglesia de la Reforma debe reformarse así misma constantemente a la vez que reforma a su contexto inmediato y a la sociedad en general. Así, el reformar se concibe como una actitud, un ser y un estar de la Iglesia frente a su contexto e historia.



Pero más que nada es interesante establecer que esta relación de reformar y reformarse estuvo en consonancia con la realidad histórica en que nace la Reforma Protestante. Los múltiples movimientos sociales, políticos y económicos tales como; el Renacimiento, las luchas campesinas en Alemania, los enfrentamientos entre la aristocracia y la Iglesia de Roma, los albores de la revolución industrial y el capitalismo. Son algunas de las ideas y movimientos que permitieron avanzar esta reforma de la Iglesia. La Reforma Protestante fue un movimiento de cambio y transformación de la sociedad europea de ese tiempo, pues fue una chispa que motivó otros cambios que estaban ya latentes dentro de la sociedad y abrió las puertas a una mentalidad de cuestionamiento tanto de la Iglesia y sus doctrinas, como de la sociedad más amplia.


La Reforma provocó cambios en la estructura piramidal y jerárquica de la Iglesia que fomentaron que la toma de decisiones fuera más horizontal; promoviendo un liderato eclesial no jerárquico. Esta toma de decisiones se relacionó más con un estilo de democracia participativa. Ideas como el sacerdocio universal de los creyentes y el gobierno congregacional nos hablan de este entendimiento democrático del gobierno de la iglesia que es uno de los pilares de los bautistas, quienes valoramos la participación activa de cada miembro en la toma de decisiones. Como iglesias bautistas, que surgen dentro del ala radical de la Reforma Protestante, no estábamos conforme con las reformas luteranas ni calvinistas, queríamos y queremos una continua reforma en y fuera de las estructuras eclesiales.


Ese espíritu de participación democrática de reformar la sociedad está presente como un lema de vida en los bautistas puertorriqueños. Nuestro deseo es ser instrumentos de Dios para que su Reino de justicia y paz se haga presente en medio de la vida pública de nuestro pueblo. Por ello aprovechamos esta ocasión para exhortar a cada miembro de nuestras congregaciones alrededor de la Isla para que participen del proceso eleccionario que ha de celebrarse en Puerto Rico el 5 de noviembre del 2024. En donde se elegirán los hombres y mujeres que van a dirigir el rumbo político que llevará nuestro País durante cuatro años. Es importante que seamos críticos y criticas, examinando cada candidato y candidata a todas y cada una de las posiciones electivas. Que ejerzamos nuestro derecho al voto responsablemente y con conciencia pensando en el bienestar de la comunidad más amplia y no solo basado en simpatías o conveniencias personales. Defendamos la democracia en todos los procesos que se lleven a cabo ejerciendo nuestro derecho al voto.


¡Reformemos a Puerto Rico, no tengamos miedo a ser la Iglesia reformada que reforma!


La Rvda. Dra. Carmen J. Pagán Cabrera es ministra ordenada de las Iglesias Bautistas de Puerto Rico.

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