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Nuestra historia

1899-2021

Las Iglesias Bautistas en Puerto Rico Dos semanas después de que comenzara el control americano en Puerto Rico y del final de la Guerra Hispanoamericana –1 de enero de 1899—llegó a Puerto Rico el misionero de la Sociedad de Misiones Domésticas Bautistas Americanas, don Hugo P. McCormick. Este fundó la Primera Iglesia Bautista de Río Piedras. McCormick estuvo a cargo de la obra bautista en el norte de la Isla. Se le unió a esta tarea la misionera Ida Hayes, quien fue la primera misionera comisionada. Poco después, en el mismo año, llegó para hacerse cargo de la obra en el sur el Rvdo. A. B. Rudd, mejor conocido como Don Bartolo. Este fundó la Primera Iglesia Bautista de Ponce. Don Bartolo tuvo la colaboración de la misionera Juanita Duggan. También llegó el misionero Rvdo. Edgar L. Humphrey, quien se ubicó en el centro. Al ir creciendo la obra, llegaron los misioneros L.E. Troyer, quien fue al sur, y H.W.Vodra, quien se quedó en San Juan. Así cada región estaba cubierta por un misionero americano.

 

Estos primeros misioneros eran personas con una gran preparación intelectual y teológica. Algunos ya habían servido en México y conocían el español. Eran muy buenos intérpretes y predicadores y completamente dedicados al Señor y su Iglesia.

 

Las misioneras jugaron un papel importantísimo en la tarea evangelizadora y de organización de iglesias. Su asignación era particularmente en el aspecto educativo y muchas de ellas establecieron escuelas parroquiales. Podemos mencionar, además de la ya mencionadas, a Mary O. Lake, Ester Palacios, Adele Martin y muchas otras.

 

Como es sabido, con la llegada de las denominaciones evangélicas a la Isla, se dividió el territorio por convenio fraternal, de manera que cada denominación pudiera desarrollar su trabajo libremente. A los bautistas se nos asignó la parte norte desde San Juan hasta el sur en Guánica, pasando por el centro. Del litoral este le correspondió hasta Río Grande, comenzando por Carolina. Adquirimos Juncos mediante una negociación con la Iglesia Congregacional y más tarde, nosotros le entregamos Guánica a los presbiterianos. En 1917 ya teníamos 17 iglesias y ocho pastores –obreros le llamaban—puertorriqueños, los cuales tenían muy poca preparación académica. Entre estos pastores estaba don Manuel Lebrón, quien había escuchado el mensaje de salvación en la alcaldía de Río Piedras. Don Manuel fue la primera persona que se convirtió con una predicación bautista, y fue nuestro primer pastor bautista puertorriqueño.

 

Desde el mismo comienzo de los bautistas en Puerto Rico hubo preocupación por la preparación teológica de ministros. Fue don Bartolo Rudd, misionero en el sur, quien estableció un centro de adiestramiento ministerial en el lugar donde se reunía la congregación de Ponce y ofrecía cursos por correspondencia. Más tarde la escuela pasó a Coamo, y desde Coamo llegó a Río Piedras en 1914. Se ubicaron frente a la Universidad de Puerto Rico con el nombre de Grace Conaway Institute. En 1919 se fundió con las escuelas teológicas de las otras denominaciones, y se fundó el Seminario Evangélico de Puerto Rico.

 

Evolución de la Asociación

  • En 1902 se organizó la Asociación de Iglesias Bautistas de Puerto Rico, en una reunión en Ponce.

  • En 1927 se incorporó oficialmente la Asociación con el Departamento de Estado. Figuran como incorporadores José L. Delgado, Daniel Echavarría, Josué Díaz, Erasmo M. Bernier, José L. Más y Tomás Rosario Ramos, todos ellos venerables pastores bautistas.

  • En 1936 la Asociación cambió de nombre a Convención de las Iglesias Bautistas de Puerto Rico.

  • En 1954 hubo otro cambio a Convención Bautista de Puerto Rico.

  • En 1972 volvimos a cambiar de nombre, esta vez a Iglesias Bautistas de Puerto Rico, para armonizar nuestra teología con el nombre.

  • En 1958 se elimina el cargo de misionero general, siendo el último de estos el Rvdo. Aaron F. Webber, quien, además, servía como profesor del Seminario. Se creó el cargo de Secretario Ejecutivo y de Promoción, designándose como el primero en este nuevo modelo al Dr. Oscar Rodríguez, primer puertorriqueño que dirige nuestra asociación. En 1962 se admitió la convención de Puerto Rico como una región de las Iglesias Bautistas Americanas, durante una asamblea celebrada en la ciudad de Filadelfia. Ese mismo año se dedicó el edificio donde ubican las oficinas centrales en Valley Forge, Pensilvania. A esta asamblea asistió un nutrido grupo de nuestra gente, tanto pastores como laicos, para celebrar la aceptación de una asociación hispanoparlante, que rompía con todos los modelos anteriores. Esto nos colocó al mismo nivel que cualquier asociación en el resto de los EE.UU. Tenemos el derecho de enviar delegados a las asambleas, ahora cada dos años, de participar en igualdad de condiciones, ocupar posiciones dentro de la estructura y también nos hace colaboradores de los programas y ofrendas de nuestra denominación.

En la actualidad las IBPR tenemos un representante en la Mesa de la Misión (antes Junta General, órgano administrativo de mayor jerarquía), un secretario de área puertorriqueño a cargo del trabajo misionero para América Latina, el Caribe y España, tenemos ocho familias misioneras en diversos países. Además, hemos tenido varias personas puertorriqueñas trabajando en varios niveles de nuestra denominación en los Estados Unidos.

 

Una vez concluido el trabajo de los misioneros, comenzó el trabajo de los puertorriqueños y puertorriqueñas dirigiendo la asociación de las Iglesias Bautistas de Puerto Rico. Estos han sido: el Rvdo. Oscar Rodríguez, seguido por el Rvdo. Ángel Luis Gutiérrez, el Rvdo. Luis F. Mercado, el Rvdo. Pedro Hernández, el Rvdo.José Norat, la Rvda. Yamina Apolinaris (la primera fémina), el Rvdo. Cristino Díaz Montañez y el Rvdo. Dr. Roberto Dieppa. El 2 de enero de 2018, comenzó en su posición como ministro ejecutivo el Rvdo. Edgardo Caraballo Marín.

 

©Rvda. Miriam Z. Gutiérrez

octubre 2009

(actualizada en febrero 2021)

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